
Fuera inútil ahora preguntarnos por qué la fé nos reunió entre sus pies frescos
como si sus botas velóces descifraran el emblema del nombre sobre campo de orgullo,
abrir en gajos las estrellas al azar, a la final alcanzada que allí nos convocaba.
¿Y por quién? pór que?
Sentir La Victoria, el triunfo y humildad de manos llenas y de pies ligeros,
eramos criaturas del gozo sobre rival crecido como coro diáfano de astillas
eramos criaturas del gozo sobre rival crecido como coro diáfano de astillas
Y la entrega, bañada de venas asombradas..y por el deporte, autoestima y este subidón
con que a veces España nos regala.